La
asignación del (los) procesador(es) a los procesos es
lo que permite que estos últimos realicen su trabajo.
¿Cuándo
deben asignarse los procesadores y a qué procesos?
Esto lo decide la actividad conocida como Planificación
del procesador. Se consideran 3 niveles
importantes de planificación:
Planificación
de alto nivel.
- “Planificación
de trabajos o procesos”.
- Determina
a qué trabajos se les va a permitir competir
activamente por los recursos del sistema.
- Planificación
de admisión, pues determina qué trabajos obtienen
admisión al sistema. Una vez admitidos, los
trabajos se convierten en procesos o grupos de
procesos.
Planificación
de nivel intermedio.
- Determina
a qué procesos se les puede permitir competir por la
CPU.
- Suspende
y activa los procesos para lograr una operación
uniforme del sistema y para ayudar a alcanzar
ciertas metas en el rendimiento total del sistema.
- Actúa
como un “buffer” entre la admisión de trabajos al
sistema y la asignación de la CPU a estos trabajos.
Planificación
de bajo nivel.
- Determina
a qué proceso listo se le asigna la CPU cuando ésta
queda disponible y se le asigna la CPU a este
proceso.
- Despacha
los procesos.
- Ejecuta
los procesos.
Arriba
|