Actualmente en Internet, se encuentran las condiciones adecuadas para que en el contexto del aprendizaje, se lleve a cabo el trabajo en red. En este escenario las posibilidades de intercomunicación y difusión de la información, solo están limitadas por las habilidades tecnológicas de los propios aprendices. Precisamente es en este escenario, cuando el término de redes sociales, adquiere una nueva conceptualización, en donde la comunicación social parece pertenecer exclusivamente al ciberespacio.
Las tecnologías e Internet desempeñan un papel importante en esta conceptualización, ya que están modelando los espacio de aprendizaje actuales, que es justo decir, requieren de un nuevo tipo de docente, que tenga la capacidad para valorar y aceptar propuestas, que pueden surgir en los procesos de construcción del conocimiento (Martínez y López, 2008).
La interacción en red, en particular en las redes sociales, proporciona amplias posibilidades para aprender a aprender, sobre todo en el interesante mundo de las comunidades virtuales, donde se genera la colaboración entre agentes educativos, tales como los investigadores, los docentes y los alumnos. Estas comunidades representan un recurso valioso para apoyar nuestro aprendizaje, ya que permite mantener al aprendizaje actualizado y sobre todo motivado (Valdivieso, 2010).
Las redes sociales entendidas como comunidades virtuales, pueden generar un proceso en el que los aprendices trabajan juntos, generando un desarrollo académico compartido y el trabajo puede abarcar cualquier faceta de su práctica diaria.
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Existen fundados argumentos que justifican el trabajo en red a través de las comunidades virtuales, que conocerás en la siguiente infografía: